No, es no

La regla más importante del swinger: No, es no.

Se dice fácil, pero la realidad me ha demostrado que hay diversos factores que pueden afectar tan sencilla respuesta.

Por un lado, está la timidez. Hay quienes, con tal de encajar en el grupo, terminan aceptando interactuar con personas que no son de su agrado, lo que puede transformar la experiencia en una pesadilla para una o ambas partes. La mayoría no desea estar con una persona que sienta placer, y tú no tienes por qué intimar con alguien con quien no has desarrollado una química agradable.

Por otro lado, están los que dicen que no de manera tosca o grosera. Si bien es cierto, decir que no es importante, también lo es la manera en que lo decimos. En este punto es necesario comprender que no todo el que nos invita a intimar lo hace con intención de obligarnos; en todo caso es una proposición sencilla que debe ser contestada de la misma forma. Un simple gesto con la mano o algún movimiento con la cabeza bastarán para que la otra persona se retire sin mayores inconvenientes.

Debemos estar claros que en el swinger todos valemos lo mismo y no es necesario herir el ego de los demás y ni afectar su dignidad. El respeto debe prevalecer tanto en la aceptación, como en el rechazo.

Finalmente, me gustaría explicar que la regla “no, es no”, aplica también cuando te invitan a alguna velada. Al igual que en la “vida vainilla”, aceptar asistir a un evento o reunión pondrá a prueba tu nivel de compromiso. Sería de muy mal gusto que los organizadores cuenten contigo, y termines por dejarlos plantados sin importar el esfuerzo que estos hayan realizado o las obligaciones que debieron aplazar para poder atenderte. A esto agrégale que dejaron de invitar a alguien por pensar en ti

El rechazo forma parte del swinger y se sabe que en la mayoría de los casos es porque “no es el momento”. Razón por la que no debería ser difícil rehusarte a aceptar la invitación. De hecho, quien haga la invitación te lo agradecerá, ya que es mejor una respuesta negativa que una mentira.

En resumidas cuentas, NO ES NO. Aplica en el swinger, aplica en la vida.