LA ANSIADA PRIMERA VEZ

Todos, de alguna manera, deseamos hacer algo diferente en nuestras relaciones, aunque no sepamos con exactitud “qué hacer”. Sin embargo, solo algunos deciden dar ese paso tan importante como delicado.

Los siguientes, son consejos dirigidos tanto a aquellas parejas que ya han conversado sobre su incursión en el mundo swinger, como a aquellas personas que aún no han decidido siquiera conversarlo con sus parejas. Dichos consejos son ba

sados en mi propia experiencia como mujer activa en el ambiente que, junto a mi esposo, hemos compartido la misma cama con hombres, mujeres, parejas y grupos. También tomo en cuenta la experiencia de parejas de nuestro entorno, y lo mucho que hemos podido observar/aprender en las decenas de reuniones que hemos organizado.

Sin más, espero que las siguientes líneas te sirvan para tomar una decisión lo más conveniente posible para ti y tus relaciones:

• Asesórate: Ya sea que lo hagas en una reunión presencial o virtual, en internet o en un libro, lo importante es asegurarte que quien te asesore tenga la experiencia necesaria para guiarte. Así como no buscarías a un abogado sin diploma, tampoco sería muy inteligente asesorarte con una pareja que nunca ha metido a otro hombre en su cama (a menos que tus planes solo incluyan los tríos MHM, en cuyo caso también deberías saber que tus opciones en el ambiente estarán un poco limitadas).
• Establece tus límites: Que ahora decidas abrir tu mente no significa que debas igualarte a otras personas y hacer lo mismo. A fin de cuentas, son tus gustos, son tus fantasías. Define claramente hasta dónde estás dispuesta/o a llegar y comunícalo sin tapujos.
• Pon tus reglas: No todos disfrutamos los intercambios de la misma manera. Algunas parejas pueden ser más desprendidas que el resto; otras suelen ser más románticas, por decir algo. Es importante que tengas claras tus reglas junto a tu pareja y de ese modo sabrán cómo proceder durante alguna situación nueva para ustedes. Y, de paso, se evitan algunos dolores de cabeza.
• Evita las altas expectativas: Te recomiendo asistir a las reuniones con la simple predisposición de pasarla bien. Imaginarte la velada perfecta puede causarte una desilusión muy grande en caso que algún detalle no sea como lo esperabas (y esto pasa casi siempre). No obstante, si asistes en “modo explorador” como aquella persona que disfruta de un paseo en un lugar desconocido, cada buena experiencia será disfrutada al máximo sin prestar atención a las “imperfecciones” del momento.
• No te presiones: Asistir a una reunión y no interactuar con alguien no puede ser tomado como un fracaso. Tampoco estás allí para complacer a alguien. Recuerda que estás en busca de una experiencia agradable y no tienes compromiso con nadie. Si las condiciones no se prestan para dar el paso, ya vendrán otras oportunidades y, seguramente, tardarán poco en llegar.
• Busca la química, no la perfección: Para complementar el punto anterior, es necesario comprender que el mejor sexo es aquel que otorga placer, y este – salvo contadas excepciones – suele llegar cuando existe complicidad y confianza entre los involucrados. Presta más atención a tu deleite y satisfacción que a aquello que sucede a tu alrededor. Disfruta a la persona con la que compartes en lugar de enfocarte en “cómo hacerlo”.
• Aprende a decir «no»: Las mayores frustraciones que he visto en este ambiente se dan al realizar alguna acción que no es de tu agrado. Esto sucede muchas veces cuando se decide “jugar para el equipo”. No permitas que el swinger se convierta en un sacrificio; seguramente tu pareja tampoco se sentirá bien sabiendo que no lo disfrutas. Si una persona no te atrae, o no te simpatiza, o te proponen algún acto que no es de tu agrado, recuerda siempre nuestra regla básica: NO ES NO. Y luego di NO.
• No juzgues: Como es de esperarse, en tus inicios encontrarás muchas situaciones novedosas. Algunas te impresionarán más de lo esperado, otras te causarán mucha sorpresa y te serán extrañas o atípicas. Conocerás parejas que se dan más espacio de lo que puedas comprender. Sean cuales sean las situaciones que descubres, nunca juzgues; puedes estar de acuerdo o no, pero siempre será un derecho de cada uno mientras no afecte a los demás.
• Disfruta el momento: Reunión grande o reunión pequeña; trío o intercambio; encuentro casual o programado; animado o monótono. Solo hay algo seguro en cada encuentro, y es que es un momento único, con sus singularidades y especialidades. Disfrútalo al máximo, porque no habrá otro igual.
• Pasa la página: Sin importar el resultado de la velada, no te quedes en el pasado. Evita crear excesivos vínculos emocionales y no te apegues a expectativas de un futuro similar a lo vivido. Tal vez pueda nacer una linda amistad, pero en lo referente a los intercambios, recuerda que cada velada es un nuevo comienzo, con sus propias emociones y satisfacciones.