Bienestar Sexual

Lujuria, morbo, desenfreno…

A estas alturas ya deberíamos entender que el sexo es mucho más que eso. Muchísimo más.

Tal vez ya sea muy conocido el hecho de que el sexo es muy favorable para tu salud, brindando múltiples beneficios que, por suerte o simple coincidencia, nos motivan e inspiran a practicarlo con mayor frecuencia. Pero, aunque se mencione muy poco, también te ayuda a ser más productivo en tus funciones laborales y cotidianas. No es casualidad que, al ver a una persona amargada, lo primero que pensamos es “le falta sexo”. Y puede ser cierto. Pero no por el simple hecho de “haberse desfogado” la noche anterior, una persona va a ser altamente productiva, sino por la manera en que maneja su vida sexual. Porque debemos reconocer que hay coitos y coitos. Los hay celestiales y los hay frustrantes. Los hay creativos y los hay rutinarios. Y, obviamente, no obtenemos los mismos resultados con unos y con otros.

Es por eso que hoy quiero hablarte sobre algunos aspectos a considerar antes de entregarte a una vida sexualmente activa, pero sin orden.

Para sacar mejor provecho de tus relaciones es importante mantener los siguientes enfoques:

• Positivo: Es importante comprender que el sexo, en su esencia, no consta de matices negativos y cada vez que decidamos practicarlo debemos hacerlo pensando en la satisfacción mutua y con la suficiente confianza que nos permita, ante cualquier imprevisto, sacarle un gran provecho emocional.
• Respetuoso: No todos pensamos igual ni disfrutamos de lo mismo, por lo que en ocasiones nos tocará aceptar el hecho de no poder cumplir con lo deseado. Pero esto no significa que debemos aceptar algo que nos desagrade, solo por complacer a alguien más. El respeto consiste en aceptar los gustos y los límites de cada parte, incluyéndonos.
• Experimental: Es probable que a lo largo de nuestras vidas nos hayamos puesto algunos obstáculos mentales sobre lo que es aceptable y lo que no. No obstante, es probable que el sexo no convencional termine gustándonos mucho más de lo que imaginamos. ¿Cómo saberlo? Primero, aceptando que es posible. Luego, intentándolo, siempre y cuando no te sientas forzad@.
• Libre: Sin obligaciones ni presiones. En tu cuerpo mandas tú. Con respeto te puedes negar a lo que no deseas practicar, y con respeto deben aceptar lo que te gusta.

Ahora permíteme mencionar algunas claves indispensables para tu bienestar sexual:

• Aceptación: He visto personas practicar tríos e intercambios sin disfrutarlo a plenitud. A veces cuesta un poco comprender por qué lo hacemos. Y es aquí donde se hace importante reconocer que tu modelo mental acerca del sexo, cambió. Probablemente ahora entiendes que compartir a tu pareja puede ser excitante, que el sexo con alguien del mismo sexo puede ser divertido. Si estás en esta situación, acéptalo… y disfrútalo.
• Identifica lo que te satisface: Reconoce aquello que te causa un poco de morbo y que puedes llegar a disfrutar sexualmente. Convérsalo con tu pareja y, si hay acuerdo, ponlo en práctica. No te lances a un mundo nuevo sin saber lo que realmente te causa satisfacción; evita los “accidentes”. El buen sexo es saludable cuando lo disfrutas y para ello necesitas conocerte
  
• Valora tu cuerpo: Como en la vida, tu cuerpo es tu principal herramienta, tu motor, tu equipo de trabajo. Disculpa si me pongo un poco técnica, pero, ¿has pensado cómo podrías disfrutar del sexo con un cuerpo defectuoso? Un poco difícil, ¿verdad? Una buena alimentación, algo de ejercicios y los cuidados correspondientes al momento de intimar, te darán una vida sexualmente activa más prolongada, pero además, y tal vez más importante, mejores experiencias sexuales.
• Sé consciente: Disfruta el sexo a plenitud. Evita los excesos. Si algo no te agrada, detente; salir lastimado te dejará con una sensación de mala experiencia al siguiente día. Pasarse de tragos puede ocasionar que hagas algo indebido o que no recuerdes lo que hiciste, y ambas son peligrosas. En todo caso, no es divertido hacer algo que no recordarás. Después de todo, bien lo dice la canción: Si no me acuerdo… no pasó.
• Convérsalo: Tal vez no lo quieras hablar con tus padres o tus compañeros de trabajo, pero siempre es agradable (y necesario) tener un grupo de amigos con quienes conversar sobre estos temas. Así, quizás descubras que no estás sol@, y que lo que sientes es perfectamente normal. Eso te dará tranquilidad y mayor confianza. Y ya sabes lo que pasa cuando te sientes así. A disfrutar se ha dicho…