Siempre se dice que iniciar en el Swinger es lo más complicado del asunto. Y puede que así sea.
Pero seamos honestos; más adelante no deja de ser complejo. No debería serlo, pero lo es.
Y tal vez somos nosotros mismos los responsables de eso. Como también podemos ser los responsables de cambiar la situación.
Nos complicamos pensando que hay un “manual” swinger que toda pareja debe seguir, y terminamos cuestionando a los que hacen cosas que no nos gustan. O nos sentimos mal si vemos que alguien ha “avanzado” más que nosotros en poco tiempo.
También llegamos a tener conflictos porque otros “no nos entienden”. Pasa, por ejemplo, cuando buscamos un chico para un trío HMH y asumimos que él debe pagar, mientras en su cabeza está que los gastos son compartidos. O cuando salimos con una pareja que no se permite dar besos, o los que solo desean “acabar” entre ellos.
Y así, te podría mencionar infinidad de ejemplos de situaciones que parecen complicadas. Pero prefiero saltarme varias líneas y explicarte lo que, a mi juicio, y en mi experiencia de pareja, son las únicas TRES REGLAS que debes tomar en cuenta en el mundo swinger. Analízalas, ponlas en práctica, y verás como se simplifica tu vida.
REGLA 1: No es No
Lo más básico del swinger. Probablemente, lo primero que aprendemos. Pero vale la pena aclarar que no solo es un deber el aceptar una respuesta negativa de otros. También es un derecho que tienes cuando no te sientas cómod@.
Como ya expliqué en el artículo ________________ , no es prudente sacrificarte solo para complacer a otros o para evitar “dañar el momento”. Decir que NO es una de las mejores herramientas para mantener tu autoestima intacta, además de darte ese toque de selectividad que toda persona necesita. También te garantiza disfrutar más, cada vez que decidas decir que SÍ.
REGLA 2: No Juzgar
Todos somos diferentes. Ya tenemos suficiente con que gran parte de la sociedad nos juzgue por hacer algo que ellos no comprenden. Si, además, nos juzgamos entre nosotros, sería como echarle leña al fuego.
Y no nos engañemos. Existen muchos prejuicios dentro de esta comunidad, y hay que erradicarlos entre todos. ¿Cómo? SIN JUZGAR.
¿Y qué se juzga? Lo mismo: todo lo que no entendemos. Como aquel chico que dice “no entiendo cómo él deja salir a su esposa sola”, o aquella pareja que repite constantemente “hay que estar muy enfermo para irse a habitaciones separadas; la pareja debe estar siempre junta”. En realidad, solo juzgamos lo que no hacemos. Pero no significa que esté mal hecho.
Somos swinger, deberíamos entenderlo, porque para otros, somos “los locos esos” o “los enfermos aquellos”.
REGLA 3: Tener Reglas Propias
Esto te evitará más de un conflicto con tu pareja y malas experiencias con otros.
Solo asegúrate de comunicarlas a quienes interactúen contigo; no esperes que los demás las adivinen.
Sé consciente, también, de que estas reglas no serán del gusto de todos, y que algunas van a interferir en las reglas de otros. Y no pasa nada; lo primera satisfacción que debes garantizar es la tuya, siempre que no afectes a los demás.
Finalmente, poner en práctica estas 3 reglas en conjunto, te llevará a vivir grandes experiencias, sin mayor complejidad. Como podrás observar, ninguna de las reglas es indiferente con las otras.
Pon tus propias reglas y no juzgues. Di que no, y apégate tus reglas. Acepta las respuestas negativas de otros, sin juzgarlos. Cuando no juzgas, aceptas las reglas de otras parejas, y practicas las dos direcciones del “No es no”.