Ya suena exageradamente trillado, pero qué difícil es hablar sobre los deseos y gustos sexuales. Y no solamente es complicado para las damas; aún es difícil imaginar a un hombre hablar abiertamente ante sus amigos sobre el deseo de ver a su esposa con otro hombre. Grito al cielo y horror entre “machos”. Por no hablar de lo que enfrentan las mujeres. Cualquier cosa que no sea entregarnos al amor de nuestras vidas, de manera exclusiva y por el resto de nuestros días, será declarado como una osadía, falta de respeto, irresponsabilidad, perversión (por no decir “putería”), entre muchos otros calificativos viperinos, malsanos y destructivos.
Lo curioso es que, sin darnos cuenta, la sociedad ha evolucionado hacia la aceptación del placer sexual en sus diferentes formas. Ya no es extraño ver series de televisión y observar matrimonios abiertos y liberales, relaciones de tres, e intercambios consensuados. Las escenas de sexo ya dejaron de ser una estrategia atrevida y pasaron a ser necesarias (hoy, salvo contadas excepciones, una serie sin sexo peca de ser aburrida o poco moderna). Las letras de la música moderna podrían ser más explícitas que una novela erótica, y el cambio se viene dando desde hace décadas, iniciando con besos apasionados hasta llegar al sexo descriptivo, habiendo pasado por el romance, los desnudos y las insinuaciones más íntimas.
Y como dato aún más sugerente, tomemos en cuenta lo que facturan estas industrias y nivel de popularidad que han alcanzado. La conclusión se muestra con extrema simpleza: la cantidad de seguidores aumenta cada día sin reparo alguno.
Todavía quedan muchos escépticos, con todo el derecho. Pero cada vez hay menos razones para estar cohibidos y mantener nuestros deseos entre los “mayores misterios de la humanidad”. La austeridad de fantasías ya no tiene el más mínimo sentido. De hecho, es ahora cuando la sociedad comienza a comprender la diversidad sexual y sus múltiples esquemas.
En cuanto al sexo cada día hay menos tabúes, y el empoderamiento de nuestro placer sexual pasa a mostrarse como una necesidad o, al menos, como un excelente consejo de bienestar físico y psicológico.
Empoderamiento del Placer Sexual

También es cierto que al hablar sobre lo que nos gusta o no, es llegar a conocer mejor su cuerpo. Saber ese punto que nos ayuda a llegar al punto de máximo de placer, sea con uno mismo o con su pareja y/o amigos! 😉
Muy de acuerdo con esto. Dejamos de andar a ciegas en lo referente al placer.
Exacto!!😏