La Experiencia

La mayoría de las parejas inicia en este ambiente con mucho morbo e ímpetu, muchas ganas de alimentar sus fantasías y auto descubrirse. Pero pocas veces se imaginan todo lo que podrán encontrar a lo largo de este viaje que, además de la lujuria, viene cargado de imprevistos y sorpresas, por lo que la mejor manera de sobrellevarlo es estar preparados.

Por ejemplo, imagina que tú, siendo chica heterosexual, llegas a ser tocada por otra chica, o que esta te ofrezca sexo oral. ¿Estás preparada? Perfecto, ¿y qué sucede si ves a una chica con 5 hombres? ¿O tú, siendo chico, ves a otro caballero sentado frente a la cama observando como su esposa interactúa con otros tres chicos sin que él participe?

Bien, hasta aquí todo parece “normal”, pese a que para algunos ya pueda pareces extremo, considerando que solo querían un “simple” intercambio. El asunto se complica cuando observas situaciones con las que tal vez no estés de acuerdo o, simplemente, no te apetecen. Ahora, imagina que en una reunión swinger, en la habitación, justo a tu lado hay una pareja dándose algunos golpes que te parecen excesivos; o tal vez más fuerte aún: dos chicos interactuando entre ellos.

Pues, me queda claro que el tiempo no te prepara para eso. He tenido la oportunidad de ver parejas con más de 10 años en el ambiente, salir indignadas de la habitación por alguna de estas situaciones. Mientras, por otro lado, hay parejas relativamente nuevas que suelen aceptar estas situaciones como parte del juego, incluso si no tienen la intención de participar en ellos.

Ciertamente, algunas de las circunstancias mencionadas han estado prohibidas durante mucho tiempo por el swinger tradicional. No obstante, en estos tiempos queda claro que en la sexualidad prevalecen los gustos y no las tradiciones.

Es importante comprender que no necesitas 20 años de experiencia para conocer cómo funcionan las cosas en el ambiente. Es más importante tener la mente abierta y un alto nivel de aceptación sobre los gustos de los demás; de esta manera te evitarás muchos momentos incómodos. Recuerda siempre establecer tus propias reglas de pareja, lo que determinará la manera en que reacciones ante estos hechos.

En un Club Swinger, sigue siendo normal algunas de las prohibiciones tradicionales, debido a que el interés es satisfacer a las mayorías. Sin embargo, poco a poco se va abriendo el compás según los deseos mostrados por los invitados. Ejemplo de eso es la aceptación de “singles” (chicos solteros), cada vez con mayor frecuencia producto del auge que han tomado los tríos HMH, en contraposición con la costumbre de aceptar solo parejas y, más adelante, chicas.

Me gustaría pensar que este artículo te será de ayuda para comprender que las reglas y el comportamiento correctos no se desarrollan con el tiempo, sino con la actitud adecuada para disfrutar de tus reuniones y/o fiestas.

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